El vestidito negro es considerado esencial para un guardarropa completo. En estilismo en el vestir se toma como una "regla de moda" que toda mujer debe poseer un simple y elegante vestido negro que pueda ser usado más formal o informalmente dependiendo de la ocasión: por ejemplo, usado con una chaqueta y zapatos de tacón para el trabajo diurno o con más joyas y accesorios para la tarde.
Por tener el objetivo de ser un básico del guardarropa para varios años, el estilo del vestidito negro ideal debe ser tan simple como sea posible: un vestido corto negro que no sea de tendencia porque pronto parecería anticuado.
Más de 90 años tiene este clásico, que le han sentado de maravilla y que temporada tras temporada, revalida su condición privilegiada de prenda imprescindible de todo fondo de armario que se precie. Convertido por Coco Chanel en un básico del guardarropía femenino, como tal, sigue triunfando hoy en día.
Que el éxito del petit robe noir siga vigente después de tanto tiempo se debe a su versatilidad. Ni edad, ni estilo importan, siempre encuentras uno que se adapte a tu gusto, a tu estilo y a tus formas; los únicos requisitos son, como su propio nombre indica, que sea negro y corto. Y es precisamente esa versatilidad la que lo convierte en la prenda funcional que nos saca de apuros en fiestas y compromisos que exigen una mínima etiqueta. A su carácter práctico se une además haberse convertido en un icono de elegancia.
A esto contribuyó en parte Audrey Hepburn, que en “Desayuno con diamantes” le iba a dar el parte meteorológico a la cárcel a un gangster vestida con este petit robe noir de Givenchy, y una espectacular pamela. Y no fue la única vez que la actriz belga nos conquistó desde la pantalla con un vestidito negro, también en “Sabrina” y en “Una cara con ángel” contaba con este comodín. Igual que Grace Kelly en “La ventana indiscreta”, y las chicas más fashion de la televisión, que al principio de cada temporada de “Sexo en Nueva York” se fotografiaban las cuatro vestidas con un little black dress.
Clásico, distinguido y sin estaciones, el Pequeño Vestido Negro abarca una elegancia sencilla como ninguna otra pieza de moda. Se puede ir del trabajo a una cena con un cambio de accesorios.
Cómo es el Big Little Black Dress....
La cantante y actriz Queen Latifah, una talla XL, utiliza muchísimo este tipo de vestido en galas y presentaciones:
Todas las marcas de moda en talla grande tienen vestiditos negros:
Pero un auténtico vestidito negro ha de ser muy versátil: utilizable tanto en invierno como en verano. De tejido en crepe. Líneas puras, muy nítidas que acepten cualquier accesorio para cambiar el estilo del vestido que ha de ser neutro. El tercero y el sexto de la foto superior serían ideales.
Este otro modelo también sería muy apropiado.
Este otro de líneas tan nítidas y rectas sería perfecto si no fuera por los tirantes ornamentados. El gran escote en pico es muy favorecedor para bustos generosos, al tiempo que los estiliza.
El vestidito de arriba es otro de formas clásicas ideales.
Pequeños vestidos negros con mangas, el primero y el cuarto muy al estilo que solía llevar Coco Chanel.
Gabrielle Bonheur (Coco Chanel) nació en el orfanato de Saumur el 18 de agosto de 1883, hija de una enferma de tuberculosis y un vendedor ambulante que abandonaba el hogar durante largas temporadas. Cuando tenía doce años su madre fallece y su padre la abandona en el hospicio de Obazine, donde las monjas le enseñarían a coser. Estos comienzos tan duros de su vida marcarían profundamente el carácter de Coco aunque serían también la inspiración de su moda revolucionaria. En 1909 comienza su andadura en el mundo de la moda diseñando sombreros en París. Coco Chanel tiene frases célebres como:
"La naturaleza te da la cara que tienes a los 20, de usted depende merecer la cara que tengan a 50"
Un 10 de enero de 1971 Mademoiselle Coco Chanel, revolucionaria, indómita y de proverbial mal carácter, abandonó el mundo de los mortales para instalarse definitivamente en el Olimpo. Murió en sus estancias del Hotel Ritz de París dejando atrás una vida intensa y una leyenda en parte falsa, en parte cierta- que aún hoy, tras su muerte, sigue viva.
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